Metro
En las mañanas lluviosas y grises
las palomas se acurrucan contra el
metro,
hacen currucú currucú flojito
y le cagan a los transeúntes en los
billetes.
Dios juega a tirar barro sobre una
maqueta
a escala uno es un billón,
que ha llenado de gente,
de niños y de coches atrapados.
También ha puesto gasolineras
por si acaso avanzamos
con billetes cagados
y dinero gris de asfalto.
Yo me acurruco contra las palomas,
ahí en el metro, currucú.
Qué infame está todo,
qué díscolo el hierro.
En las venas hay un metal rojo
y caliente que viene de la sangre
y de la orina de los vagabundos.
Los mapas amarillos y arrugados,
desteñidos, quizá desactualizados
cuelgan del hormigón duro, durísimo.
Las vías que se dibujan en ellos
son un entramado de venas,
pero no son rojas como la sangre,
sino naranjas]
y se parecen a los brazos
—ese
pan moreno y crujiente—
de los muchachos jóvenes
y deportistas de verano.
Lluvioso asfalto de hierro y gris,
recuerda,
el currucú durísimo de los
vagabundos,
un billón de personas haciendo escala
para arrojarle barro a Dios,
que llora como un niño]
al que se le han cagado las palomas
después de tirarles pan crujiente y
moreno,
al que se le han meado los muchachos
jóvenes y deportistas de verano
lejano verano]
Un placer leerte :)
ResponderEliminarPor cierto, si has intentado seguirme en el blog, no me sigues, el enlace "follow me" estaba mal, ahora ya es correcto. :)
Un beso.
Wow, que hermoso! me quedo por aqui en tu blog.
ResponderEliminar-miss se esfuma
Buenísimo como siempre, te dejo mi blog por aquí: bsmarinagarra.blogspot.com
ResponderEliminarAy cómo me ha gustado...
ResponderEliminarCucurrucucúuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu
Ya estas en mi lista de "BLOGS GUAYS QUE LEER".
ResponderEliminarMadre mia, me encanta, siempre ando a la busqueda de blogs literarios como este. Mucha inspiración.
Ya te sigo, te pasas por el mio?
Un besote!
Jessie de www.notrejanvier.blogspot.com
Un Dios humillado nunca ha estado más vivo, su llanto es el regocijo de ser cagado y meado por la creación.
ResponderEliminarMe has dejado con ganas de ser mancillado por aves y adolescentes. ¡Tremendo poema!