Feria

Hoy la ciudad se ha vestido de gala y no habrá ciudadano que se atreva a cerrar los ojos en esta noche iluminada de neón. Bienvenido sea este maravilloso cambio de rutina, claro que sí, joder.

Y aquí estoy yo, escribiendo mientras ahí fuera mi calle amanece llena de orina, vómitos y botellas vacías; qué horror, lo he probado todo pero nada me cura la sobriedad.



Bueno, todavía me quedan nueve noches :)

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