¡Brazos abajo, esto es un materialismo!
PRIMER ACTO
(Cae la noche, se encienden dos farolas a cada lado de la calle. Una muchacha camina por la acera, calza botas altas, luce una minifalda y lleva un bolso bajo el brazo. Actitud altiva, taconea provocadora)
LINDA.— La noche es mía, eso no me lo va a negar nadie ¡Vamos que sí! Escuchad, insectos que moráis en los rincones, siempre de día y de noche, sonámbulos roedores y gatos cazadores, mi toque de queda es el amanecer. ¡Podéis empezar a temblar!
(Entran en escena dos jóvenes enmascarados, subidos en una moto. Pasan junto a Linda y de un tirón le roban el bolso. Tras el forcejeo le arrancan el brazo, que cae al suelo)
LINDA.— (gritando) ¡Ladrones de mierda! ¡Mi bolso! ¡Mi bolso!
(Tres viejos presencian la escena desde un banco)
JUACHO TACORTTA.— Niña, deja el bolso. Yo me preocuparía más por el brazo.
LINDA.— Métase en sus asuntos.
EVERARDO.— ¡Nos ha salido insolente!
SEBERINO.— Esta juventud…
JUACHO TACORTTA.— (enfadado) ¡Para insolentes los ladrones! No tienen vergüenza.
EVERARDO.— Ni respeto.
LADRONES.— (al unísono) ¡Ni nada que llevarnos a la boca! (Salen de escena)
SEBERINO.— Esta juventud…
LINDA.— ¿Queréis callaros de una puñetera vez? (Recoge su brazo del suelo, se lo intenta encajar en el hombro pero no lo consigue) Jodidos randas, ¿qué hago yo ahora sin mi bolso? (gritándole a la calle por donde han desaparecido los ladrones) ¡Ojalá y sus os de sífilis, cacho cabrones!
EVERARDO.— Uy qué humos.
JUACHO TACORTTA.— Pero niña, te has quedado sin brazo.
LINDA.— No, me he quedado sin bolso, que es peor.
JUACHO TACORTTA.— Ay la leche.
LINDA.— (mira al viejo, indignada) Era de Prada.
SEBERINO.— ¿Qué has dicho del prado?
LINDA.— Que es donde pace tu madre.
EVERARDO.— ¡Uy lo que ha dicho!
SEBERINO.— ¿Qué ha dicho?
JUACHO TACORTTA.— Niña, sin faltar. ¿Pero es que no te das cuenta de que se te ha caído el brazo?
LINDA.— Abuelo que no te enteras. En el chino los venden a un euro.
(Unos segundos de silencio)
JUACHO TACORTTA.— ¿Y tu bolso?
LINDA.— ¡Ay nos ha jodido el viejo! Olvida el bolso, abuelo, ¿es que no ves que se me ha caído el brazo?
(Cae la noche, se encienden dos farolas a cada lado de la calle. Una muchacha camina por la acera, calza botas altas, luce una minifalda y lleva un bolso bajo el brazo. Actitud altiva, taconea provocadora)
LINDA.— La noche es mía, eso no me lo va a negar nadie ¡Vamos que sí! Escuchad, insectos que moráis en los rincones, siempre de día y de noche, sonámbulos roedores y gatos cazadores, mi toque de queda es el amanecer. ¡Podéis empezar a temblar!
(Entran en escena dos jóvenes enmascarados, subidos en una moto. Pasan junto a Linda y de un tirón le roban el bolso. Tras el forcejeo le arrancan el brazo, que cae al suelo)
LINDA.— (gritando) ¡Ladrones de mierda! ¡Mi bolso! ¡Mi bolso!
(Tres viejos presencian la escena desde un banco)
JUACHO TACORTTA.— Niña, deja el bolso. Yo me preocuparía más por el brazo.
LINDA.— Métase en sus asuntos.
EVERARDO.— ¡Nos ha salido insolente!
SEBERINO.— Esta juventud…
JUACHO TACORTTA.— (enfadado) ¡Para insolentes los ladrones! No tienen vergüenza.
EVERARDO.— Ni respeto.
LADRONES.— (al unísono) ¡Ni nada que llevarnos a la boca! (Salen de escena)
SEBERINO.— Esta juventud…
LINDA.— ¿Queréis callaros de una puñetera vez? (Recoge su brazo del suelo, se lo intenta encajar en el hombro pero no lo consigue) Jodidos randas, ¿qué hago yo ahora sin mi bolso? (gritándole a la calle por donde han desaparecido los ladrones) ¡Ojalá y sus os de sífilis, cacho cabrones!
EVERARDO.— Uy qué humos.
JUACHO TACORTTA.— Pero niña, te has quedado sin brazo.
LINDA.— No, me he quedado sin bolso, que es peor.
JUACHO TACORTTA.— Ay la leche.
LINDA.— (mira al viejo, indignada) Era de Prada.
SEBERINO.— ¿Qué has dicho del prado?
LINDA.— Que es donde pace tu madre.
EVERARDO.— ¡Uy lo que ha dicho!
SEBERINO.— ¿Qué ha dicho?
JUACHO TACORTTA.— Niña, sin faltar. ¿Pero es que no te das cuenta de que se te ha caído el brazo?
LINDA.— Abuelo que no te enteras. En el chino los venden a un euro.
(Unos segundos de silencio)
JUACHO TACORTTA.— ¿Y tu bolso?
LINDA.— ¡Ay nos ha jodido el viejo! Olvida el bolso, abuelo, ¿es que no ves que se me ha caído el brazo?
Que altiva la Linda!!
ResponderEliminarMe encanta el título de la entrada :) y todo en general, es muy origina, te quedó muy bien!
habrá segundo acto pronto??
^^
Bella y sensual, el brazo le da un toque de realidad, mas no la retrae... Me interesa mas!!!
ResponderEliminarAbrazos a media tarde, furtidos, robados y deseados... me ha encantado descubrirte entre ellos...
ResponderEliminarbesotes de esta peke.
pd. te espero por mi rincon con tu taza de cafe, si gustas...
Tendré que proponerle a mi director alguna escena como esta en nuestra próxima función.
ResponderEliminarUn saludo y un canto de ballena. =)
Me he enamorado de tu pecera bohemia, ¿sabes? compartimos la fascinanción por París y la imagen de esa entrada es un poster que encontré en un puestecillo de Montmartre.
ResponderEliminarTe sigo :)
Primero agradecerte el comentario dejado en mi triste blog , tú mejor que nadie sabrás que esas cosas te animan a continuar despellejando el alma a base de tinta.Y por supuesto regalarte un trozo de cielo turquesa por tener intención de seguirlo.
ResponderEliminarY lo mas importante: por descubrirme tu personal espacio y tu original arte.
Gracias Yo también te sigo y espero que sigas escribiendo como lo haces.
Maravillosa la música que escogiste
Brun
Acabo de descubrir este rincón y me he llevado una grata sorpresa. Me verás por aquí de vez en cuando ;)
ResponderEliminarMuy original. Me recordó a "Tres sombreros de copa", aunque hace muuucho que lo leí...
ResponderEliminarUn saludo
Por cierto, la canción es muy bonita, y la escena de la peli en la que ella la canta, también .)
ResponderEliminarwow.
ResponderEliminarme has encantado!
te sigo.
Qué fantástico. El surrealismo siempre me hace reírme un poquito.
ResponderEliminarmiau
de
galleta
de
chocolate
Cautivadoras letras, interesante reflexión.
ResponderEliminarMe encanta volver a pasar por tu rincón!
Sin duda, acertadísimo título: tienes el arte de la oratoria y el don de arrancar sonrisas.
Besitos!
Buena escena, genial!
ResponderEliminarMe gusta, porque al menos para mi, refleja materialismo y contradicción, en fin, me gustó tu blog, saludos :)
ResponderEliminar