[Re]morir
Es muy difícil intentar morir. Sobre todo cuando llevas tanto tiempo muriendo.
La vida es de valientes; la muerte de verdad, la que tú decides, es de valientes. Si te subes a la barandilla de un quinto piso y te quedas sentada mirando cómo cae una colilla aplastada en la noche lo compruebas. Te vuelves tan insignificante como esa colilla. Tus palabras se vuelven insignificantes. Tus sueños se vuelven insignificantes. Tu saliva desaparece porque así de insignificante es tu cuerpo. Te preguntas cuánto tardarían en darse cuenta, si el mundo se detiene porque tú te tiras desde un quinto piso. Tú, que tan insignificante eres. Te das cuenta de que morir así será la única decisión que tomarás en tu vida. Y coges impulso, cierras los ojos, encoges las piernas y vuelves dentro. Te metes en casa y cierras el balcón porque hasta tu valentía es insignificante. Y piensas: "si mi vida es tan insignificante como yo, nos llevaremos bien".
Para llegar a esta conclusión no merece la pena vivir. Pero tampoco merece la pena morir para llegar a ninguna. Sobre todo cuando llevas tanto tiempo muriendo.
No sé tú pero yo,
me quedo en el limbo.
Sin penas que merezcan.
Gran verdad, de las que nadie comenta en alto.
ResponderEliminarDicen que el tabaquismo tiene una función similar, pero con un método algo más sutil.
ResponderEliminarNo se tiraría del quinto piso, pero seguro que se echaría un buen cigarro.
Me alegro de volver a leerte. Esperaba impaciente tu llegada.
ResponderEliminarUn saludo.
La verdad es que se te echaba de menos...
ResponderEliminarPero ambos sabemos que muchas veces lo mejor es alejarse de la letra, distanciarse de la frase y volver con nuevas letras, con nuevos pensamientos...
Todos morimos varias veces, pero siempre tratamos de resucitar
Un honor volver a leerte
bruncielosgrises.blogspot.com
Como te han comentado más arriba, un tema tabú en esta sociedad, donde estamos condenados a ser felices, o al menos a parecerlo... me encantó...
ResponderEliminarUn saludito