Café
El
gris se vistió de café que se vistió de tu piel el día que te
desnudé. Eras la poderosa Afrodita africana que emanaba
elucubraciones de ostras, perlas y costillas blancas. Desde el balcón
de tu clavícula me precipitaba al vacío, siempre abajo, ¡qué
rizado! Tú agarrabas mi pelo y suplicabas abajo, más abajo, ¡tan
abajo! Una vez llegamos nos dimos cuenta de que el infierno era
caliente y el aire viciado, muy viciado ¡tan viciado! Suspirabas
marrón como la tierra recién llovida. Tu sudor era brillante y
transparente, parecía que tenías peces suicidándose en tu
espalda; mi saliva era mate e inmanente, así como los predicadores tienen hormigas en la lengua. Agua, más agua, ¡tanta agua! Yo no
sabía que los orgasmos tuvieran esos labios tan gruesos, ni esos
gemidos tan de esclava mía. Qué tan llena de seísmos y síes,
mulata, qué tan llena de temblar bajo mi peso, cómo se abrían
grietas en tu piel de barro y subía a cantar la hierba. Amarte a ti
significaba amar al sexo más que al café, más que a la tierra, más
que a la propia patria.
las clavículas, balcones, ventanas, triángulos de los que uno no puede salir sin antes ahogarse en ellos. Las clavículas y sus lagunas.
ResponderEliminarguauuuuu... impresionante.
ResponderEliminarme dejas sin palabras.
Erotismo puro bailando a los verbos.
Si tiene algún día libre la mulata dile que me llame.
ResponderEliminarGraciasssssssssssss
*tres peces,
ResponderEliminartres,
no conocieron
suicidio*
Con esta parte "qué tan llena de seísmos y síes, mulata, qué tan llena de temblar bajo mi peso, cómo se abrían grietas en tu piel de barro y subía a cantar la hierba" a mí, si que me has hecho temblar. Fantástico.
ResponderEliminarAy, Neeze.
ResponderEliminarOjala yo tuviese la narrativa que tú tienes. Que escribes un párrafo y llenas una habitación entera con él. Como si fuese un gas, expandiendose hasta la esquina más remota. Igualita que un gas, sólo que aquí no es helio lo que se expande. Son palabras, imágenes y pensamientos.
Esos seísmos de los que hablas también han sabido llegar hasta mí mientras leía.
ResponderEliminarChapó.
http://bailandoenlacornisadelpiso23.blogspot.com.es/?m=1
Esos seísmos de los que hablas también han sabido llegar hasta mí mientras leía.
ResponderEliminarChapó.
http://bailandoenlacornisadelpiso23.blogspot.com.es/?m=1
I- M-p-R-E-S-I-O-N-AN-T-E que bonito.
ResponderEliminarSigue así llegarás muy lejos,
me gustaría que te pasaras por mi blog yo también escribo
Un beso.
Con amor.
algoopasaconmarta.blogspot.com
Tan impactante como lleno de belleza. No sé qué le haces a las palabras, en tus manos parecen algo totalmente diferente.
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